Bares míticos de Nueva York que no te puedes perder

Como bien sabrás, Nueva York es una gran ciudad en la cual nos vamos a poder encontrar de todo. Si eres turista, seguro que una de las cosas que más te van a llamar son los bares míticos de la ciudad. Y es que en la zona no solo vas a poder encontrar grandes franquicias, también podrás encontrar bares con mucha historia que te permitirán disfrutar de muy buenas experiencias.

Para realizar el listado de bares míticos nos hemos puesto en contacto con la creadora de WendysGuide.com la cual no ha tenido ningún problema en ofrecernos un listado completo con los mejores bares. Tenlos en cuenta porque si los visitas podrás disfrutar de una experiencia mucho más positiva en tus vacaciones por Nueva York. Y si ya vives en la ciudad ya tienes una excusa para salir de casa.

  1. 230 Quinto

Ubicado en Broadway, justo al lado del Madison Square Garden, este bar en la azotea es el más grande y visitado de la ciudad. Su popularidad se debe a varias razones: la vista despejada del Empire State Building, los precios bastante accesibles para Manhattan (14 dólares por cóctel) y un ambiente relajado que no resulta pretencioso. Se puede acceder fácilmente, incluso durante el día y los fines de semana, con niños.

El bar está abierto todos los días del año, tanto en verano como en invierno. En los meses más fríos, instalan iglús climatizados de forma gratuita, que permiten disfrutar de comidas y bebidas al aire libre. Estos iglús, al ser compartidos, también son una excelente oportunidad para conocer nuevas personas. Ten en cuenta que no se pueden reservar; la disponibilidad es por orden de llegada.

  1. Westlight

Westlight es una azotea exclusiva situada en el piso 22 del hotel The William Vale en Brooklyn, que ofrece una vista impresionante de Manhattan y del East River. La terraza, amplia y moderna, está equipada con telescopios que te permiten observar los detalles más finos de la ciudad. Dentro del espacio, encontrarás un ambiente más formal y acogedor para quienes prefieren estar en un entorno cerrado. 

La terraza es de fácil acceso durante el día, pero por la noche se recomienda hacer una reserva anticipada debido a la alta demanda. Los cócteles tienen un precio de $18, reflejando la calidad y el ambiente sofisticado del lugar.

  1. Clover Club

Fundado por Julie Reiner, una de las mixólogas más destacadas de Estados Unidos, este bar y restaurante se ha consolidado como una verdadera institución en Brooklyn. Su decoración clásica presenta una elegante combinación de paneles de madera oscura, paredes de ladrillo expuesto, techos de hojalata y cómodas banquetas tapizadas en cuero, creando un ambiente acogedor y sofisticado.

El menú de cócteles destaca por su sencillez: la mayoría de las recetas no superan los seis ingredientes, pero eso no afecta en absoluto su sabor, que sigue siendo exquisito. Además, el precio de cada cóctel, alrededor de 15 dólares, resulta bastante razonable.

Durante la semana, puedes disfrutar de un íntimo concierto de jazz los miércoles por la noche, lo que añade un toque especial a tu visita. También se recomienda probar el brunch del fin de semana, conocido por su calidad y sabor.

  1. Attaboy

Attaboy es un lugar muy conocido en el mundo de los cócteles, ubicado en el espacio que antes ocupaba Milk & Honey, un bar legendario que fue pionero en la tendencia de los cócteles artesanales. Este nuevo establecimiento fue fundado por Michael McIlroy y Sam Ross, dos antiguos bartenders de Milk & Honey, y Sam Ross es también el creador del famoso cóctel Penicilina.

El bar es frecuentemente muy popular y no ofrece un menú tradicional. En lugar de seleccionar de una lista, los clientes simplemente comparten sus preferencias y el personal prepara una bebida personalizada que se ajusta a sus gustos individuales. El ambiente de Attaboy tiene un estilo retro que contribuye a una experiencia única y acogedora. Es importante tener en cuenta que no se aceptan reservas, por lo que es recomendable llegar con antelación para asegurar un buen lugar y disfrutar del ambiente distintivo del bar.

  1. The Dead Rabbit

Este pub irlandés, situado a solo 5 minutos de Wall Street, es un lugar imprescindible en Nueva York y aparece en casi todas las guías turísticas. Fue nombrado el mejor bar del mundo hace unos años, y realmente se lo ganó. El lugar cuenta con tres pisos, cada uno ofreciendo algo especial. Puedes disfrutar de cócteles de primera calidad, una variada selección de cervezas artesanales de barril, incluyendo la famosa Dead Rabbit Red Ale, y una impresionante colección de más de 100 botellas de whisky. El servicio es excelente, la decoración es distintiva y el ambiente es acogedor.

Dado que suele estar muy concurrido, es aconsejable llegar a última hora de la tarde y hacer una reserva para la sala de cócteles en el piso superior. También ofrecen una excelente oferta gastronómica. Los precios son razonables, con cócteles a partir de $17 y cervezas desde $9.

  1. Death & Co

Este bar, que lleva en funcionamiento desde 2007, se ha mantenido durante años en el prestigioso ranking de los 50 mejores bares del mundo. Se caracteriza por su ambiente exclusivo, con una decoración sofisticada pero sin caer en lo extravagante. Su mayor atractivo radica en una carta de cócteles excepcional, que ofrece una variedad de mezclas originales y exquisitas. Además, la atención al detalle en cada cóctel asegura una experiencia única para los clientes, haciendo de este lugar un destino imperdible para los amantes de las bebidas de calidad.

  1. McSorley’s Old Ale House

Este bar del East Village, conocido como el pub irlandés más antiguo de Estados Unidos, ha estado en funcionamiento desde 1854 y es una verdadera institución. Solo ofrece dos tipos de cerveza casera, una marrón y una rubia, a $6 por dos medias pintas. Es importante recordar que debes pedirlas en pares.

Las paredes del bar están adornadas con muebles antiguos y una variedad de objetos de colección, como la primera campana del Madison Square Garden y un cartel de búsqueda del asesino de Abraham Lincoln. Según el propietario, desde la muerte del fundador en 1910, no se ha desechado ningún elemento decorativo, lo que convierte al lugar en una especie de pequeño museo.

Hasta la década de 1970, McSorley ‘s no permitía la entrada de mujeres, pero eso ha cambiado y ahora el bar recibe a todos. Aunque se ha convertido en un destino turístico popular, con colas para entrar en ocasiones, sigue siendo un lugar que merece la pena visitar por su autenticidad y su rica historia.