Trucos y consejos para arreglar un sofá hundido

Cuando los sofás acumulan años es normal que muestren una tendencia a hundirse cuando nos sentamos encima de ellos. Esto se debe a que la espuma de los cojines está demasiado vieja o a que los muelles del sofá se han roto. Pese a que puede resultar verdaderamente incómodo no sólo cuando estás sentado, sino también al levantarte, debes saber que son situaciones que tienen fácil arreglo.

A lo largo de este artículo te ofrecemos los mejores trucos y los que conseguirán que tu sofá vuelva a ser tan cómodo como el día que lo compraste. Recuperar las agradables siestas en el sofá mientras dejas la tele encendida es tan fácil como seguir estos consejos.

Busca el origen del problema

Antes de plantearte cualquier otra cosa, necesitarás saber cuál es el problema por el cual tu sofá se hunde de esa manera. Es posible que se deba a la espuma de los cojines, muelles rotos o alguna balda de madera que se haya roto en el esqueleto del mueble.

Te recomendamos que realices una revisión del sofá para determinar cuál es el problema y poder ponerle una solución rápida y efectiva. Para poder revisar qué es lo que va mal con tu sofá, tendrás que darle la vuelta con cuidado y quitar las grapas o los tornillos que unen la tela al marco del sofá. Una vez accedas al interior del mismo podrás saber si tiene baldas o muelles rotos.

Reparar el sofá

Cómo arreglar el sofá dependerá del tipo de problema que tenga. Te dejamos los trucos para conseguir solucionar algunos de los problemas más comunes que suelen provocar que el sofá se hunda.

Muelles rotos

Si el problema de hundimiento de tu sofá se debe a que los muelles están rotos y se han soltado de la madera que mantiene la estructura, la opción más práctica, eficiente y barata para poder ponerle una solución es utilizar alcayatas para tacos. A través de estos elementos podrás volver a unir los muelles entre sí y también volver a fijarlos a la estructura de madera, de manera que evites que se vuelvan a salir.

Otra solución, y quizá más recomendable, es que te animes a cambiar todos los muelles de la estructura del sofá, tanto los que estén rotos y desgastados como los que parezcan estar en buenas condiciones. De esa manera, podrás asegurarte de que no necesitarás dentro de poco el mismo problema con otro de los muelles que no hayas reparado.

Tablas rotas

No te preocupes si el problema en sí se debe a que alguna o varias de las baldas de madera se han roto. Podrás solucionar midiendo el espacio o la anterior balda para, después, ir a una tienda de bricolaje y pedir que te hagan una balda de madera a medida. Una vez tengas la nueva tabla, tendrás que introducirla dentro del sofá, fijarla donde estaba la rota y volver a cerrarlo. Lo ideal es utilizar madera contrachapada, que es algo más resistente.

Cojines con espuma aplastada

Es uno de los problemas más sencillos de reparar. Con el uso continuo, la espuma de los cojines puede ir perdiendo su calidad y, en especial, su volumen, quedando apelmazada y haciendo que el sofá se hunda. Si este es el caso, simplemente tendrás que comprar espuma nueva para los cojines del sofá, sacar la antigua y rellenar los cojines con la nueva espuma.

Es importante que tengas en cuenta que deberás medir de manera correcta el espacio, para asegurarte de que compras la suficiente espuma como para rellenar el cojín sin que se quede hueco. De hecho, lo más ideal es que compres un par de centímetros más de relleno y luego lo ajustes con el forro del cojín.