Nuestro estilo de vida, la edad, el estrés, la contaminación… hace que poco a poco se vaya yendo la luz de nuestro rostro y que nuestra piel se deshidrate y tenga un aspecto áspero y sin vida.
Pero hay que saber que podemos hacer volver a dar esa luz y vida a nuestro rostro si sabemos cómo. Para ello es vital que limpiemos nuestra piel de una manera profunda y eficaz. Y la mejor manera para ello es la exfoliación. Es una técnica tan sencilla, que hasta podemos hacerla nosotros mismos en nuestra casa. Eso sí, no es recomendable hacerse más de dos exfoliaciones a la semana, ya que puede llegar a ser muy abrasivo.
La exfoliación permite que la piel se regenere y produzca nuevas células, aporta suavidad y devuelve la luminosidad natural a la piel. Además de eliminar las células muertas de la epidermis y limpiar nuestros poros, también nos ayudará a suavizar los folículos del cabello, así que puede ayudar a tener un afeitado menos irritante. Cuando te realices una exfoliación en el rostro, aplícalo en círculos incidiendo en la zona T de la cara y sin olvidarnos de pasar por los pliegues de la nariz (zona donde se acumula mucha suciedad) y la barbilla. Nunca lo apliques en el contorno de los ojos, ya que es una zona muy sensible.
Siempre que te exfolias la piel, ésta estará preparada para que utilices una crema hidratante y que penetre hasta las capas más profundas de la piel. Actuando desde el interior y aumentando su efecto.
Cómo elegir el mejor exfoliante para tu piel
Lo primero de todo es que te hagas con un exfoliante de calidad. Ten en cuenta que es un producto de cuidado y tratamiento para la piel de tu rostro, por eso siempre recomendamos que compres un exfoliante de calidad, que tengamos por seguro que va a ser eficaz y que no va a dañar nuestra piel. Si no sabes por dónde empezar en el portal de Bellezamaquillaje.com nos muestran los mejores exfoliantes tanto de rostro como de cuerpo que existen en el mercado. Y éste es un punto muy importante y por el que mucha gente se pierde. Hay muchos tipos diferentes de exfoliantes, hay para rostros, para manos, para cuerpo, para pies, etc.
No todos los exfoliantes, por el simple hecho de serlos, son buenos y recomendados para todas las zonas del cuerpo, y mucho menos para el rostro, donde la piel es muy sensible. Es muy importante que nunca uses un exfoliante de cuerpo en la piel de tu rostro. Este tipo de exfoliantes utilizan ingredientes más abrasivos y pueden llegar a dañar nuestra piel.
Después de esto, hay que saber qué tipo de piel tiene nuestro rostro. Aquí hay que ver que piel tenemos, si tenemos la piel seca, mixta, sensible o grasa. Para cada tipo de piel vienen mejor un tipo de exfoliante u otro. Cada producto siempre indica muy bien para qué tipo de piel está pensado. Sólo tienes que investigar un poco qué tipo de piel tienes. Y luego, existen muchos exfoliantes que pueden llegar a tener algún tratamiento extra, gracias a sus diferentes componentes, por ejemplo, existen productos que te ayudan si tienes una piel con muchas imperfecciones, o si tienes arrugas, o necesitas una hidratación extra, etc.
Tipos de exfoliantes
También tenemos que hablar de los diferentes tipos de exfoliantes. Por una parte, están los exfoliantes físicos o mecánicos, donde la acción de masaje la realizamos nosotros mismos con las manos y gracias a las partículas con propiedades exfoliantes que tiene el producto vas arrastrando las células muertas. Y por otra parte existen los exfoliantes químicos, donde su fórmula contiene ingredientes que hacen que esas capas de más se desprendan solas con el solo contacto con la piel, estos tratamientos se suelen conocer más como peelings y es recomendable que te lo aplique un profesional, para evitar cualquier problema de irritación o rojez causada por un mal uso, aunque puedes comprarlos perfectamente en tiendas.
Nosotros recomendamos los exfoliantes mecánicos, dónde la técnica es la misma siempre. Donde daremos pequeños masajes circulares para liberar a nuestra piel de las capas de piel muerta que ayudan a que nuestra piel esté apagada, con arrugas de expresión y, sobre todo, sucia.